noviembre 21, 2024
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Kiev/Moscú. – Ucrania y Rusia continuaron hoy cruzándose acusaciones por el derribo del avión militar Il-76 sin que las circunstancias de la catástrofe se hayan esclarecido ni las armas en el frente hayan callado.
«Reunimos y analizamos detalladamente toda la información sobre ese asunto a través de muchas fuentes. No hay datos por el momento que indiquen que en el avión se encontraba tanta gente», dijo Kirilo Budánov, jefe de la inteligencia militar ucraniana, citado por la agencia UNIAN.
Budánov agregó que la versión de la «propaganda rusa de que el Il-76 transportaba 65 prisioneros ucranianos para su intercambio, sigue despertando muchas preguntas».
Mientras, según el Servicio de Seguridad ucraniano (SBU), los rusos tratan de esconder las auténticas causas de la catástrofe y no permiten a los expertos internacionales sumarse a la investigación del suceso.
Con todo, el Cuartel General ucraniano para asuntos de prisioneros de guerra confirmó hoy la autenticidad de la lista de prisioneros publicada esta semana por medios estatales rusos y aseguró que las mencionadas personas tenían que participar en un canje acordado entre las partes.
Ucrania admitió la víspera la posibilidad de que el avión ruso derribado el miércoles transportara prisioneros de guerra ucranianos, pero sigue sin aceptar toda la responsabilidad por el siniestro que Moscú ha calificado de un acto «monstruoso» de terrorismo.
Rusia, a su vez, publicó anoche un vídeo en el que, según el Comité de Instrucción de ese país, se muestra cómo los prisioneros ucranianos suben al Il-76 antes de su fatídico vuelo.
En cuanto a la situación en el campo de batalla, el bastión ucraniano de Avdivka, en la región de Donetsk, sigue siendo la prioridad de los rusos en la presente etapa de los combates en ese frente, según escribe hoy en su informe la inteligencia británica.
«Rusia prosigue su ofensiva en múltiples ejes en concordancia con su objetivo estratégico de capturar el Donbás», dice el texto.
Los militares británicos afirman que, a lo largo del mes, las fuerzas de Moscú tan tomado varias aldeas en la zona, pero estas son «insignificantes» y la principal prioridad de la ofensiva es Avdivka, que los rusos tratan de cercar desde el sur y el norte.
No obstante, los contraataques ucranianos impiden el avance ruso dentro de la ciudad y es probable que Avdivka no caiga en las próximas semanas, considera la inteligencia del Reino Unido.
En tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presionó este viernes al Congreso para que saque adelante un acuerdo legislativo que impone mayores restricciones migratorias en la frontera sur del país a cambio de un nuevo paquete económico de ayuda a Ucrania.
En un comunicado, el mandatario pidió a los legisladores dar luz verde a este texto legal, que está siendo negociado por senadores del Partido Demócrata y del Partido Republicano, para «abordar la situación en la frontera».
«Si se toman en serio la crisis fronteriza, aprueben un proyecto de ley bipartidista y yo lo firmaré», argumentó el presidente.
Un grupo de senadores republicanos y demócratas negocia desde hace varias semanas un proyecto de ley que busca imponer mayores restricciones a la migración a través de la frontera, a cambio de un nuevo desembolso para financiar a Ucrania.
Sin embargo, el proyecto aún no cuenta el suficiente apoyo en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, para ser aprobado.
Mientras, The Washington Post publicó hoy un artículo en el que habla de una nueva estrategia para Ucrania que se discute en la Casa Blanca, que abarca un período de diez años y está enfocada en el apoyo de operaciones cortas de las Fuerzas Armadas de Ucrania y en la creación de fuerzas para contención de la agresión rusa.
A la vez, ese proyecto, según el rotativo, no prevé la liberación de los territorios conquistados por Rusia hasta ahora.